lunes, 26 de marzo de 2007

Quepeñito y gande gande


Observen los dos patitos de la fotografía. De tamaño, son prácticamente iguales, ¿no? Bueno, a decir verdad, uno, el que tiene el pico naranja, es un poquitín más grande que el otro, pero vamos, nada significativo.

Pues bien, para mi hija el de la derecha es el “quepeñito”, y el de la izquierda es el “gande, gande”. No los confunde ni una vez, y siempre los identifica así.

¿Qué por qué? A mi qué me cuentan, pregúntenselo a ella; cosas de críos.

Estilografic.art

martes, 20 de marzo de 2007

Una pupa en el dedo


Teno una pupa aquí, en el dedo, un gope con la tata así, pum, pum, en la cabesa.”

Es, más o menos, una de las frases más complejas, en cuanto a estructura gramatical, que ya pronuncia Alicia. Otra cosa es que se entienda lo que quiere decir. Hombre, así, a grandes rasgos, yo que soy su padre sí la entiendo. Me está diciendo que tiene una herida en el dedo que se ha debido hacer al darse un golpe jugando con su hermana y... todavía no sé muy bien qué tiene que ver la cabeza, porque la herida es en la mano, que yo sepa.

Los intentos de comunicación de Alicia van dejando de ser poco a poco palabras sueltas o estructuras simples. Cada vez se van llenando de más complementos, se introducen pronombres, demostrativos, adverbios, preposiciones... y, claro, a veces se lía, la pobre.

Es una fase nueva en su aprendizaje. Se desarrollan sus ideas y con ellas su capacidad para expresarlas. Dentro de poco empieza a contarnos cuentos. Ya lo verán.

martes, 13 de marzo de 2007

No tene pilas

Yo no sé que pensará mi hija cuando me ve durmiendo la siesta, porque últimamente cada vez que algo no se mueve su explicación es contundente: “no tene pilas”.

Ha hecho suya la expresión muy fácilmente, lógico, si pensamos que recurrimos a ella en más de una ocasión cuando no queremos que juegue con algo que puede romper o cuando estamos cansados de oír la misma musiquilla machacona a todo volumen en el piano de juguete.

Eso sí, además de hacerla suya, parece tener muy claro lo que quiere decir, porque rápidamente te muestra la parte trasera del juguete en cuestión para que sepas dónde van las pilas, que es que no te enteras, papá.

El otro día se encontró una mariquita de madera pero de tamaño real, es decir, muy pequeña. Al verla yo llegué a pensar que era una mariquita de verdad, pero creo que a ella no se le llegó a pasar por la cabeza que pudiera estar muerta o dormida. Me la dio esperando mi ayuda y me dijo: “no tene pilas”.