martes, 17 de julio de 2007

El Fimble

La utilización de los tiempos verbales en español ofrece toda una amplísima gama de posibilidades que matiza el significado de nuestras expresiones. Para los niños es todo más sencillo. Bastante tienen con el presente que, además, para ellos la mayor parte de las veces sólo expresa inmediatez, absoluta inmediatez. Bueno, menos cuando tienen que obedecer, que para eso tardan un poco más.

Una expresión del tipo “tu hermana te deja sus juguetes” responde a la utilización del presente durativo. Es decir, que podríamos completar la frase con “tu hermana te deja habitualmente sus juguetes”. No es que tenga que ser ahora mismo, sino que expresa una acción habitual o duradera, que dura y dura y dura.., como las pilas del conejito.

Alicia ha cumplido tres años, y le hemos regalado un bonito Fimble, un muñeco que le gusta mucho, como los de la foto. A su hermana, que tiene unos añitos más, por su cumpleaños le regalamos una Nintendo, cosas de la edad. A Alicia le encanta su Fimble, pero también le tiene unas ganas locas a la Nintendo. Su hermana se la deja de vez en cuando pero, claro, ni le conviene a ella, que es muy pequeña para aficionarse a tan adictivos juegos, ni le conviene a la mayor, que cualquier día es que se la rompe.

El otro día la pequeña se enfadó con su hermana porque le cogió el Fimble. “Déjaselo – le dijimos - si ella te deja sus cosas”. Pues dicho y hecho. Le dejó el muñeco y le dijo: “déjame la Nintendo”. Sólo le faltó añadir "ahora mismo".

Y claro, explícale tu a Alicia que lo de que “ella te deja sus cosas“ es un presente durativo, que a mi me da la risa.

miércoles, 4 de julio de 2007

¡Está mueto!

Es increíble la capacidad que tienen los críos para simplificar la realidad. Los adultos lo hacemos al revés. Como disponemos de muchas palabras no hacemos más que complicar la realidad al menor descuido. Así nos va. Ellos no, como disponen de un lenguaje sencillo, adaptan la realidad a su lenguaje, que es mucho más fácil.

En casa vamos a tener que ir de entierro un día de estos. Porque últimamente es que todo se muere. Pero los seres vivos y los que no lo son. Se mueren las hormiguitas cada vez que se paran “¡está mueta!”, se mueren los CDs que no funcionan, “¡esta mueto!” e incluso se muere el coche si no arranca “¡está mueto!”.

Creo que mi hija ha superado la etapa del “no tene pilas” que les contaba en un post anterior, y ahora resulta que todo lo que no se mueve... pues eso, que “¡está mueto!”

Menos mal que al final la realidad acaba imponiéndose, que si no es que no se desarrollaría el lenguaje, así que espero que pronto pasemos al “no funciona” o mejor al “papá, cambia de coche que ya te va haciendo falta”.